CULTURA - La llorona
llorar : pleurer
llorón: pleureur, pleurnicheur (familier), pleurnichard (familier)
Desde
hace mucho tiempo atrás, a lo largo y ancho de montañas, valles, ríos y
paisajes de nuestro país, se dice que hay una mujer fantasma
deambulando de aquí para allá, le llaman La Llorona. Quienes la han
visto, cuentan que viste con un vestido de muchos colores que le tapa
todo su cuerpo hasta los pies descalzos.
Esta mujer tiene el cabello muy largo en una mezcla de colores negro,
plateado y dorado. En su cabeza se paran grillos, luciérnagas y
mariposas. Causa mucha impresión, miedo y espanto ver a La Llorona, pues
su cara es como la de una calavera.
La Llorona tiene las manos muy grandes, y en ellas carga un bebé
muerto, su hijo, por quien llora todo el tiempo desconsoladamente. La
gente comenta que fue ella misma quien lo mató y por eso su llanto
interminable y el arrepentimiento que lleva. Esta mujer ataca sólo a las
parteras, médicos y enfermeras que ayudan a las mujeres embarazadas a
acabar con la vida de sus bebés antes de nacer.
También ataca a los hombres que dejan embarazadas a mujeres jóvenes
solteras y que luego las abandonan cuando nace su bebé. Cuando La
Llorona habla, sólo pide que se respete la vida, sobretodo la de los que
están por nacer...
Canciones María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, conocida
como Chavela Vargas, fue una cantante mexicana de origen costarricense.
No sé qué tienen las flores, llorona
Las flores del campo santo
No sé qué tienen las flores, llorona
Las flores del campo santo
Que cuando las mueve el viento, llorona
Parece que están llorando
Que cuando las mueve el viento, llorona
Parece que están llorando
Ay de mí, llorona
Llorona, tú eres mi chunca
Ay de mí, llorona
Llorona, tú eres mi chunca*
* la menor de la familia, la consentida, forma cariñosa de llamar a la mujer amada Me quitarán de quererte, llorona
Pero, de olvidarte, nunca
Me quitarán de quererte, llorona
Pero, de olvidarte, nunca
A un Santo Cristo de fierro, llorona
Mis penas, le conté yo
A un Santo Cristo de fierro, llorona
Mis penas, le conté yo
Cuáles no serían mis penas, llorona
Que el Santo Cristo lloró
Cuáles no serían mis penas, llorona
Que el Santo Cristo lloró
Ay de mí, llorona
Llorona de un campo lirio
Ay de mí, llorona
Llorona de un campo lirio
El que no sabe de amores, llorona
No sabe lo que es martirio
El que no sabe de amores, llorona
No sabe lo que es martirio
Dos besos llevo en el alma, llorona
Que no se apartan de mí
Dos besos llevo en el alma, llorona
Que no se apartan de mí
El último de mi madre, llorona
Y el primero que te di
El último de mi madre, llorona
Y el primero que te di
Ay de mí, llorona
Llorona, llévame al río
Ay de mí, llorona
Llorona, llévame al río
Tápame con tu rebozo, llorona
Porque me muero de frío
Tápame con tu rebozo, llorona
Porque me muero de frío
Desde hace mucho tiempo atrás, a lo largo y ancho de montañas, valles, ríos y paisajes de nuestro país, se dice que hay una mujer fantasma deambulando de aquí para allá, le llaman La Llorona. Quienes la han visto, cuentan que viste con un vestido de muchos colores que le tapa todo su cuerpo hasta los pies descalzos.
Esta mujer tiene el cabello muy largo en una mezcla de colores negro, plateado y dorado. En su cabeza se paran grillos, luciérnagas y mariposas. Causa mucha impresión, miedo y espanto ver a La Llorona, pues su cara es como la de una calavera.
La Llorona tiene las manos muy grandes, y en ellas carga un bebé muerto, su hijo, por quien llora todo el tiempo desconsoladamente. La gente comenta que fue ella misma quien lo mató y por eso su llanto interminable y el arrepentimiento que lleva. Esta mujer ataca sólo a las parteras, médicos y enfermeras que ayudan a las mujeres embarazadas a acabar con la vida de sus bebés antes de nacer.
También ataca a los hombres que dejan embarazadas a mujeres jóvenes solteras y que luego las abandonan cuando nace su bebé. Cuando La Llorona habla, sólo pide que se respete la vida, sobretodo la de los que están por nacer...
María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, conocida como Chavela Vargas, fue una cantante mexicana de origen costarricense.
No sé qué tienen las flores, llorona
Las flores del campo santo
No sé qué tienen las flores, llorona
Las flores del campo santo
Que cuando las mueve el viento, llorona
Parece que están llorando
Que cuando las mueve el viento, llorona
Parece que están llorando
Ay de mí, llorona
Llorona, tú eres mi chunca
Ay de mí, llorona
Llorona, tú eres mi chunca*
Me quitarán de quererte, llorona
Pero, de olvidarte, nunca
Me quitarán de quererte, llorona
Pero, de olvidarte, nunca
A un Santo Cristo de fierro, llorona
Mis penas, le conté yo
A un Santo Cristo de fierro, llorona
Mis penas, le conté yo
Cuáles no serían mis penas, llorona
Que el Santo Cristo lloró
Cuáles no serían mis penas, llorona
Que el Santo Cristo lloró
Ay de mí, llorona
Llorona de un campo lirio
Ay de mí, llorona
Llorona de un campo lirio
El que no sabe de amores, llorona
No sabe lo que es martirio
El que no sabe de amores, llorona
No sabe lo que es martirio
Dos besos llevo en el alma, llorona
Que no se apartan de mí
Dos besos llevo en el alma, llorona
Que no se apartan de mí
El último de mi madre, llorona
Y el primero que te di
El último de mi madre, llorona
Y el primero que te di
Ay de mí, llorona
Llorona, llévame al río
Ay de mí, llorona
Llorona, llévame al río
Tápame con tu rebozo, llorona
Porque me muero de frío
Tápame con tu rebozo, llorona
Porque me muero de frío
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